El salario del gigante, de José Ardillo

Ardillo

Estamos a comienzos de la primavera del año 2098, Madrid ha devenido una modesta urbe que no alcanza el millón de habitantes, poco contaminada, rodeada  de zonas semidesérticas donde se asientan colonias dedicadas al cultivo del lino, olivar, girasol, cáñamo y comestibles, y con un clima de temperaturas extremas: Al norte de la ciudad, en las zonas montañosas se explota la madera y el ganado lanar.

La narrativa tiene la capacidad de imaginar el/un futuro y el párrafo anterior (más allá del detalle del clima extremo, que no deja de ser el que tenemos) podría hacernos pensar en un 2098 relativamente idílico. Pero ya en la página tres nos daremos cuenta de que ello no es así:

La ecología industrial ha logrado dar pasos importantes para invertir el rumbo suicida de la urbanización, controlar los ritmos demográficos, racionar el agua y la energía, desarrollar la autarquía y… acabar con nuestra vida espiritual y nuestras aspiraciones más humanas…

Una sociedad que se quiera duradera, equilibrada, que siga los principios de una ecología industrial positiva, por fuerza a de ser una sociedad autoritaria y policial…

En realidad, y como resume perfectamente la contraportada, El  salario del gigante nos traslada a una posible España (y a un posible mundo) de finales del siglo XXI, donde el agotamiento de los combustibles fósiles, el enrarecimiento del agua dulce y el agotamiento de otros recursos naturales han llevado a la humanidad a ser regida, en nombre de la llamada “ecología industrial”,  por un férreo ecofascismo –una burocracia de los recursos- que tiene como primer objetivo administrar la penuria y como segundo, y no menos importante, hacer trabajar a los pobres en un mundo, inhospitalario y endurecido, donde  no quedan ni las ruinas de la ilusión.

La distopía que presenta la novela se hace claramente eco de clásicos como, 1984, de George Orwell, y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. E incorpora elementos del debate actual sobre las cuestiones ambientales como  pico del petróleo (que es el momento en el cual se alcanza la tasa máxima de extracción de petróleo global y tras el cual la tasa de producción entra en un declive terminal… ver nota al final), colapsos y transiciones.

El mundo de la novela se encuentra dividido en dos bloques y estos se encuentran en guerra entre ellos, desde el 2057, por los recursos naturales en lugares como el Ártico y África. Los libros en papel han desaparecido:

Entonces el Gobierno Provisional decretó la confiscación de las mayores cantidades de papel posible con vistas a su reciclaje en forma de combustible líquido para las máquinas de guerra ¿se trataba de una burda estrategia de los gobiernos para apoderarse de almacenes de información no controlados? Lo cierto es que a partir de aquella época fue prohibido todo tipo de  edición en papel: Las bibliotecas y archivos se eliminaron una vez lo esencial fue acumulada en soporte digital… Se trataba de seleccionar, unificar y centralizar… Para la nueva clase dirigente era necesario crear una dimensión histórica modelada según sus necesidades.

Resulta muy interesante, por lo posible, el relato, con cierto, detalle de cómo se ha llegado hasta ese fin del siglo XXI:

Entre los años 30 y 48 el mundo parecía al borde de la bancarrota. Los problemas ligados a la contaminación atmosférica y a los desordenes del clima seguían esperando una respuesta eficaz, mientras el sistema industrial global parecía al borde del desastre…El movimiento de los asentamientos había comenzado en torno al año 2030… los colonos se consideraban  a sí mismos como expulsados  de la ciudad por la violencia económica…En los años treinta, cientos de miles de ciudadanos habían  abandonado la ciudad y se instalaban en las zonas de campo, allá donde podían, improvisando su supervivencia…

En el año 2052, lo mejor, lo más vivo y fuerte de la sociedad se alzó con indignación para poner freno a la debacle… Se trata de una dictadura, en efecto, pero de la única dictadura que nos hace libres…

Los decretos de Asentamiento, firmados por todas las naciones de la Europa Organizada, significaban la regulación y organización de los flujos de migración ciudad-campo que hasta ahora habían sido resultado de un proceso espontaneo por parte de las poblaciones; los decretos implicaban, claro está, medidas de fuerza… Era urgente descargar de población a los cinturones urbanos mayores, aligerar en mucho la población de las ciudades medianas y crear núcleos de asentamiento en torno las nuevas áreas de producción: alimentos, fibras textiles o combustibles vegetales, así como en torno a las nuevas estructuras de transporte, minería o extracción de piedra…

Son muchos los temas interesantes, desde la perspectiva del Ecoclub de lectura,  que plantea la novela, como, por ejemplo, los cambios en las relaciones ciudad-campo:

En el siglo XX se creó la opinión equivocada de que las ciudades podrían absorber casi la totalidad de la vida económica y social… La ciudad había reducido su tamaño en el s. XXI, pero no había disminuido su función rectora y tutelar: Se había vuelto más racional en su metabolismo…  El crecimiento de las ciudades en el siglo XX fue el resultado de una hipertrofia financiera asentada sobre lagos de petróleo. Cuando estos se fueron secando, las grandes esperanzas urbanas de absorberlo se fueron secando también.

O la escasez de agua, que se ha convertido en un problema crónico a finales del siglo XXI:

Actualmente el abastecimiento de agua en la mitad del planeta habitado depende de una enorme inversión en energía…En  nuestro país el clima se ha hecho extremo, sin duda, pero lo peor ha sido la caída constante de los índices de pluviometría.

 O el equilibrio tecnología-mano de obra:

El espectáculo de la construcción a finales del siglo XXI habría maravillado a un espectador del siglo anterior, sobre todo al ver como se combinaban una tecnología sofisticada y montaje de naturaleza preindustrial. La composición de la fuerza de trabajo había devuelto su protagonismo al esfuerzo humano…

Y, por supuesto,  se plantean reflexiones sobre la relación humanidad-naturaleza:

Extraer de la entrañas la fuerza que nos haga vivir con el y no contra el (se refiera al planeta). La tierra, la tierra misma tiene que enseñarnos a cómo vivir de acuerdo a las leyes de la naturaleza… ¡qué es lo que ha marchado tan mal? Los seres humanos, ¿no pertenecemos a la naturaleza como tantos otros seres? ¿por qué tenemos tantas dificultades para encontrar un lugar en este gran sistema natural que forma nuestro planeta?

Otras cuestiones destacables que emergen de la obra son el papel de los sindicatos, el origen del pensamiento sobre el regreso a lo natural por parte de las clases medias, el impulso de enormes e inútiles proyectos de infraestructuras (aunque el mundo ha cambiado mucho en 2098, esa tradición -tan española- permanece en el tiempo). Son muchos los elementos que  invitan a abrir las páginas de El salario del gigante, aunque una cuestión  fundamental que nos plantea es si nos gusta ese 2098 y qué podemos hacer para que sea diferente.

José Ardillo, pseudónimo de José Antonio García, nació en Madrid en 1969 y vive actualmente en Francia El salario del gigante, publicada en 2011, es la primera novela de un autor que ya cuenta con otras dos nuevas obras en el terreno de la narrativa que el Ecoclub de lectura también recomienda: La repoblación (2013) y Buenos días Sísifo (2014). En el campo del ensayo pueden destacarse: Las ilusiones renovables (2007), firmada como “Los amigos de Ludd”, y Ensayos sobre la libertad en un planeta frágil (2014).

EL MARTES 3 DE NOVIEMBRE, A LAS 19H Y EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA ENCENDIDA (MADRID), CONVERSAREMOS CON JOSÉ ARDILLO SOBRE EL SALARIO DEL GIGANTE.

1 Nota sobre el pico de petróleo: Las predicciones pesimistas del futuro de la producción petrolera, mantienen la tesis de que el pico ya ha sido alcanzado, o bien estamos en la cúspide del pico o que ocurrirá dentro de poco. En tales casos, como la mitigación proactiva ya no será una opción, predicen una recesión global que, quizás, incluso inicie una reacción en cadena de varios mecanismos de respuesta en el mercado global, lo que podría estimular un colapso de la civilización global industrializada, llevando potencialmente a grandes caídas demográficas en un periodo corto de tiempo (Wikipedia).

Merece la pena destacar la abundante bibliografía pospetróleo que se encarga de compilar y mantener la Asociación Touda: http://bibliografia.pospetroleo.com/

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Acerca de Ecoclub de lectura

Unos 30 años de experiencia profesional en temas relacionados con el medio ambiente, el desarrollo y la cooperación internacional... y algún año más como lector aficionado...
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5 respuestas a El salario del gigante, de José Ardillo

  1. Gracias por la difusión de nuestro proyecto «Bibliografía pospetróleo». Actualmente está incompleto, pues tenemos todavía cientos de referencias que incluir. Esperamos poder colaborar estrechamente 🙂

  2. Pingback: Ignacio Santos (Ecoclub de lectura): Última llamada… desde el 2098 | Última llamada (Manifiesto)

  3. Pingback: Associació Salut i Agroecologia (ASiA)

  4. Pingback: LECTURAS QUE PROPONEMOS PARA LOS PRÓXIMOS MESES | Ecoclub de lectura

  5. Roberto Suárez Ardila dijo:

    Válido pero tímido al compromiso, como que nos da miedo parar el desarrollo suicida.

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